PANADERIA ARGENTE:
“35 AÑOS AL SERVICIO DE NUESTROS CLIENTES”
La panadería de Argente, es un negocio familiar gestionado por Benedicto, su mujer y uno de los hijos. Se siente orgulloso de poder ofrecer todos los días las recién elaboradas magdalenas naturales como producto estrella, nos comenta con sonrisa en la boca, “estas magdalenas, son realizadas como toda la vida, que ya no hay tan apenas panaderos, que las hagan en horno de leña y sólo con huevo, nada de leche, por eso mis magdalenas dice: no se deshacen al mojarse con la leche”.
Vino a Argente, hace 35 años, porque el anterior dueño de la panadería tuvo que dejarla por motivos personales y como el había trabajado dos años en Alfambra de panadero y cinco en Barcelona, vio aquí su oportunidad de negocio.
Es consciente que es un trabajo pesado, “mientras los demás duermen nosotros hacemos el pan, y las noches siempre se ha dicho están echas para dormir”, aunque al final afirma que “a todo se acostumbra el cuerpo, si se tiene ganas de trabajar”.
El horario viene marcado por la demanda de pan y pastas, hay mucha diferencia entre el verano y el invierno. En la actualidad de los quince municipios que lleva su pan, algunos de ellos tan apenas consumen treinta barras al día, nada que ver con esos mismos municipios en época estival.
Con un negocio de este tipo, hay que ser consciente de que “la palabra vacaciones no se conoce”, hay que estar al servicio del cliente, el mismo quiere el pan todos los días, recién hecho y si puede ser a punto mañana, mejor.
Por ello acuden a la panadería entre las doce y las dos de la madrugada y su jornada termina al día siguiente sobre las dos de la tarde.
Su horno y despacho de pan está en un edificio de titularidad municipal, esto le ha facilitado mucho las cosas, ya que la inversión que ha tenido que realizar que no ha sido poca, ha sido en maquinaria.
Tuvo apoyo hace unos años del leader, con lo que está contento con el apoyo recibido tanto de su familia para hacer posible este negocio, como del apoyo recibido de la Comarca en cuanto a información y tramitación de ayudas. Está también agradecido al ayuntamiento, casi tanto como sus clientes del servicio que presta todos los días del año.
Referente a sistemas de promoción, las nuevas tecnologías no van con él, dice que “no necesita promocionarse, que los clientes los tiene fieles de toda la vida, sólo tiene que trabajar, pero no necesita anunciarse en ningún sitio para vender más”.
Cuando le preguntamos si ha pensado alguna vez en ampliar su negocio, nos contesta que “sí, que todos los días, pero que sólo va ampliando a medida que hay municipios que se lo demandan porque cierra el anterior panadero o algo así”, y en cuanto a la modernización o incorporación de productos nuevos, dice que “para el público al que trabaja esta todo inventado”.
Considera que tiene muy poca competencia en el sector dentro de la provincia de Teruel, cree que los panaderos de las grandes ciudades lo tienen peor que él, porque ellos tienen que competir con las grandes cadenas y entrar en guerra de precios, cosa que él no ha necesitado.
En la actualidad reparte sus productos a quince pueblos. Con lo cual necesita unas cuatro horas al día para reparto de los mismos.
Piensa que es un negocio rentable hoy en día, para el que ya tiene la inversión realizada, porque la gente consume menos que antes y mira mucho los precios. Los panaderos todos tienen su mercado y entrar un panadero nuevo es difícil, tiene que competir muy bien con un buen producto y buen precio, y si es en el medio rural en muchas ocasiones ya se viene a comprar porque te conocen desde muchos años atrás, existe una vinculación personal.
Benedicto nos enseña en varias ocasiones como arde la leña del horno, se siente orgulloso de poder servir con métodos tradicionales el pan de todos los días con su especial sabor.
